El arbol

Llegué de noche al pueblo. En el centro de la plaza había un árbol seco. Cuando me acerque me di cuenta de que aquel árbol tenia un gran  brazo que estaba lleno de corbatas amarradas. De pronto aparecieron una gran cantidad de habitantes que me rodearon, se fueron acercando, sin hablar me miraban y se fueron.

Pasé toda la noche pensando en aquello. Dormí bien, aunque estaba algo confundido.

Amaneció y me vestí con la mejor de mis ropas y elegí la mas bella de mis corbatas, me presentaría a la alcaldía como el nuevo abogado del pueblo.

Salí a la plaza y nuevamente los habitantes empiezan a rodearme, pero  esta vez me están colgando de la corbata al árbol seco.